Impugnar una tutela es un derecho que tiene cualquier ciudadano colombiano que se encuentre inconforme con la decisión de un juez y es considerado un recurso legal importante. Es a partir de un trámite que se declara la nulidad o modificación de un fallo. Esta figura legal es considerada una acción que cuestiona la validez de una sentencia mediante la interposición de recursos previstos en el ordenamiento jurídico. En términos de conceptos legales es preciso mencionar que existe un clara diferencia entre lo que es el recurso de apelación y el recurso de impugnación. Por un lado, la apelación es la solicitud que la persona interesad realiza para que se anule o se enmiende una sentencia dictada al considerarse injusta.
El recurso de impugnación es cuando se solicita la revisión de una resolución judicial dictada, pretendiendo o su modificación o su anulación según sea el caso. Existen diversas causales por las cuales se pueda impugnar el fallo, como cuando una persona tuteló sus derecho a la sal, debido a que no se le quieren suministrar medicamentos que son de por vida debido a una enfermedad que la persona padezca, y el fallo del juez dice que no se le acepta la tutela ya que considera que dicho medicamento no es tan importante para el tratamiento que se le esta siguiendo aun cuando existe el concepto de un especialista.
Para realizar dicha impugnación se debe seguir con un tramite en donde se debe presentar la impugnación donde la persona se muestre en desacuerdo con el fallo. Para esto la persona cuenta con un plazo de tres (3) días después de emitido el fallo. Esta impugnación será analizada y estudiada así como las pruebas y el fallo, para luego tomar la decisión, y en caso de que el fallo carezca de fundamentos se anulara y de no ser así se confirmará. En ambos casos dentro de los 10 días siguientes a la conducta del fallo de segunda instancia, el juez remitirá el expediente a la Corte Constitucional para que esta sea revisada y decidirá si procede o no la impugnación.